viernes, 18 de marzo de 2011

Voces definitorias de la feminidad puertorriqueña:

Julia de Burgos
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/fotos/burgos.jpg

(Julia Constancia Burgos García; Carolina, Puerto Rico, 1914 - Nueva York, 1953) Poetisa puertorriqueña. Julia de Burgos se graduó de maestra normalista en la Universidad de Puerto Rico en 1933.

La obra de Julia de Burgos se caracteriza por su singular fuerza, que surge de su apasionado romanticismo que la lleva a desarrollar de una manera mística y metafísica la naturaleza y el amor. La hondura y calidad de su producción poética, su extraordinaria capacidad para reflejar los problemas de la mujer de su tiempo, así como las excepcionales circunstancias que rodearon su vida y su muerte (envueltas en un halo de dolor, enajenación y desarraigo que la había llevado a considerarse como una "desterrada de sí misma"), han hecho de ella una de las figuras más fascinantes no sólo de las Letras puertorriqueñas de la primera mitad del siglo XX, sino de toda la literatura hispanoamericana contemporánea.

Algunos poemas:
NOCHE DE AMOR EN TRES CANTOS

I

Ocaso

¡Cómo suena en mi alma la idea
de una noche completa en tus brazos
diluyéndome toda en caricias
mientras tú te me das extasiado!

¡Qué infinito el temblor de miradas
que vendrá en la emoción del abrazo,
y qué tierno el coloquio de besos
que tendré estremecida en tus labios!

¡Cómo sueño las horas azules
que me esperan tendida a tu lado,
sin más luz que la luz de tus ojos,
sin más lecho que aquel de tu brazo!

¡Cómo siento mi amor floreciendo
en la mística voz de tu canto:
notas tristes y alegres y hondas
que unirán mi emoción a tu rapto!

¡Oh la noche regada de estrellas
que enviará desde todos sus astros
la más pura armonía de reflejos
como ofrenda nupcial a mi tálamo!


II

Media noche

Se ha callado la idea turbadora
y me siento en el sí de tu abrazo,
convertida en un sordo murmullo
que se interna en mi alma cantando.

Es la noche una cinta de estrellas
que una a una a mi lecho han rodado;
y es mi vida algo así como un soplo
ensartado de impulsos paganos.

Mis pequeñas palomas se salen
de su nido de anhelos extraños
y caminan su forma tangible
hacia el cielo ideal de sus manos.

Un temblor indeciso de trópico
nos penetra la alcoba. ¡Entre tanto,
se han besado tu vida y mi vida...
y las almas se van acercando!

¡Cómo siento que estoy en tu carne
cual espiga a la sombra del astro!
¡Cómo siento que llego a tu alma
y que allá tú me estás esperando!

Se han unido, mi amor, se han unido
nuestras risas más blancas que el blanco,
y ¡oh milagro! en la luz de una lágrima
se han besado tu llanto y mi llanto...

¡Cómo mueren las últimas millas
que me ataban al tren del pasado!
¡Qué frescura me mueve a quedarme
en el alba que tú me has brindado!


III

Alba

¡Oh la noche regada de estrellas
que envió desde todos sus astros
la más pura armonía de reflejos
como ofrenda nupcial a mi tálamo!

¡Cómo suena en mi alma la clara
vibración pasional de mi amado,
que se abrió todo en surcos inmensos
donde anduve mi amor, de su brazo!

La ternura de todos los surcos
se ha quedado enredada en mis pasos,
y los dulces instantes vividos
siguen, tenues, en mi alma soñando...

La emoción que brotó de su vida
-que fue en mi manantial desbordado-
ha tomado la ruta del alba
y ahora vuela por todos los prados.

Ya la noche se fue; queda el velo
que al recuerdo se enlaza, apretado,
y nos mira en estrellas dormidas
desde el cielo en nosotros rondando...

Ya la noche se fue; y las nuevas
emociones del alba se han atado.
Todo sabe a canciones y a frutos,
y hay un niño de amor en mi mano.

Se ha quedado tu vida en mi vida
como el alba se queda en los campos;
y hay mil pájaros vivos en mi alma
de esta noche de amor en tres cantos...

POEMA DE LA INTIMA AGONIA

Este corazón mío, tan abierto y tan simple,
es ya casi una fuente debajo de mi llanto.

Es un dolor sentado más allá de la muerte.
Un dolor esperando... esperando... esperando...

Todas las horas pasan con la muerte en los hombros.
Yo sola sigo quieta con mi sombra en los brazos.

No me cesa en los ojos de golpear el crepúsculo,
ni me tumba la vida como un árbol cansado.

Este corazón mío, que ni él mismo se oye,
que ni él mismo se siente de tan mudo y tan largo.

¡Cuántas veces lo he visto por las sendas inútiles
recogiendo espejismos, como un lago estrellado!

Es un dolor sentado más allá de la muerte,
dolor hecho de espigas y sueños desbandados.

Creyéndome gaviota, verme partido el vuelo,
dándome a las estrellas, encontrarme en los charcos.

¡Yo que siempre creí desnudarme la angustia
con solo echar mi alma a girar con los astros!

¡Oh mi dolor, sentado más allá de la muerte!
¡Este corazón mío, tan abierto y tan largo!

YA NO ES MÍO MI AMOR

Si mi amor es así, como un torrente,
como un río crecido en plena tempestad,
como un lirio prendiendo raíces en el viento,
como una lluvia íntima,
sin nubes y sin mar...

Si mi amor es de agua,
¿por qué a rumbos inmóviles lo pretenden atar?

Si mi amor rompe suelos,
disuelve la distancia como la claridad,
ataja mariposas al igual que luceros,
y cabalga horizontes como cruza un rosal...

Si el universo es átomo siguiéndome las alas,
¿por qué medirme el trino cuando rompe a cantar?

Si mi amor ya no es mío,
es yo misma borrando las riberas del mar,
yo inevitablemente y fatalmente mía,
germinándome el alma en mis albas de paz...

Si mi amor ya no roza fronteras con mi espíritu,
¡qué canción sin su vida puede ser en mi faz?

¡Si mi amor ya no es mío!
Es tonada de espumas en los labios del mar...


DADME MI NÚMERO

¿Qué es lo que esperan? ¿No me llaman?
¿Me han olvidado entre las yerbas,
mis camaradas más sencillos,
todos los muertos de la tierra?

¿Por qué no suenan sus campanas?
Ya para el salto estoy dispuesta.
¿Acaso quieren más cadáveres
de sueños muertos de inocencia?

¿Acaso quieren más escombros
de más goteadas primaveras,
más ojos secos en las nubes,
más rostro herido en las tormentas?

¿Quieren el féretro del viento
agazapado entre mis greñas?
¿Quieren el ansia del arroyo,
muerta en mi mente de poeta?

¿Quieren el sol desmantelado,
ya consumido en mis arterias?
¿Quieren la sombra de mi sombra,
donde no quede ni una estrella?

Casi no puedo con el mundo
que azota entero mi conciencia...

¡Dadme mi número! No quiero
que hasta el amor se me desprenda...
(Unido sueño que me sigue
como a mis pasos va la huella.)

¡Dadme mi número, porque si no,
me moriré después de muerta!

A JULIA DE BURGOS

Ya las gentes murmuran que yo soy tu enemiga
porque dicen que en verso doy al mundo mi yo.
Mienten, Julia de Burgos. Mienten, Julia de burgos.
La que se alza en mis versos no es tu voz: es mi voz
porque tú eres ropaje y la esencia soy yo; y el más
profundo abismo se tiende entre las dos.
Tú eres fria muñeca de mentira social,
y yo, viril destello de la humana verdad.
Tú, miel de cortesana hipocresías; yo no;
que en todos mis poemas desnudo el corazón.
Tú eres como tu mundo, egoísta;
yo no; que en todo me lo juego a ser lo que soy yo.
Tú eres sólo la grave señora señorona; yo no,
yo soy la vida, la fuerza, la mujer.
Tú eres de tu marido, de tu amo; yo no;
yo de nadie, o de todos, porque a todos, a
todos en mi limpio sentir y en mi pensar me doy.
Tú te rizas el pelo y te pintas; yo no;
a mí me riza el viento, a mí me pinta el sol.
Tú eres dama casera, resignada, sumisa,
atada a los prejuicios de los hombres; yo no;
que yo soy Rocinante corriendo desbocado
olfateando horizontes de justicia de Dios.
Tú en ti misma no mandas;
a ti todos te mandan; en ti mandan tu esposo, tus
padres, tus parientes, el cura, el modista,
el teatro, el casino, el auto,
las alhajas, el banquete, el champán, el cielo
y el infierno, y el que dirán social.
En mí no, que en mí manda mi solo corazón,
mi solo pensamiento; quien manda en mí soy yo.
Tú, flor de aristocracia; y yo, la flor del pueblo.
Tú en ti lo tienes todo y a todos se
lo debes, mientras que yo, mi nada a nadie se la debo.
Tú, clavada al estático dividendo ancestral,
y yo, un uno en la cifra del divisor
social somos el duelo a muerte que se acerca fatal.
Cuando las multitudes corran alborotadas
dejando atrás cenizas de injusticias
quemadas, y cuando con la tea de las siete virtudes,
tras los siete pecados, corran las multitudes,
contra ti, y contra todo lo injusto
y lo inhumano, yo iré en medio de
ellas con la tea en la mano.



Clara Lair
http://1.bp.blogspot.com/_ayyKX7nVC10/TEFa6wfG11I/AAAAAAAAAd4/6WgocDqAj2k/s1600/clara+lair.jpg

Clara Lair, cuyo verdadero nombre es Mercedes Negrón Muñoz, nació en Barranquitas, Puerto Rico, 1895; cursó su educación primaria y secundaria en Ponce y luego marchó a Nueva York, donde vivió varios años y donde despierta al cultivo de la poesía.  Regresa a Puerto Rico, ejerce como periodista, cultiva la poesía y la prosa con éxito y es admirada por todos cuantos tienen sensibilidad y la leen. La lírica de Clara Lair gira primordialmente sobre el amor, la vida y la muerte.

Algunos poemas:
Angustia

A veces soy tan lejos, lejos de todo ésto.
A nada me acomodo, en nada me recuesto:
Las palmas, los coquíes son sonido, paisaje…
Yo siempre estoy ausente, yo siempre estoy de viaje.
En vano es que mi alma se incendie con afanes
y se prenda a los ojos potentes flamboyanes,
ni que por los caminos se me fugue el anhelo…
para topar de pronto la montaña y el cielo.
…Y el andrajo de pajas del pobre caserío,
y el andrajo de gente y el escuálido río,
y los pueblos cuadrados con la iglesia en el centro
y el cementerio junto: Estanques muertos dentro
del perenne bullir y saltar de las olas,
perenne ante mi alma impaciente y a solas.
Por doquiera que voy, por doquiera que vaya,
en el vaho soporoso de mestizo y quincalla…
La misma semimuerta vida del pueblo atado
por el mar implacable, de costado a costado…
…(Y el hombre de la esquina, ojitorvo y moreno,
que no mira a mis ojos y que mira a mi seno,
que masculla entre dientes una frase lasciva
cuando paso a su lado desdeñosa y altiva…)
¡Y a veces soy tan de ellos y ellos tan míos!
¡Las palmas, los coquíes, el monte, los bohíos…!
¡El escuálido río, que es como mis hazañas,
cintajo de rumores encerrado en montañas!
¡Y mi amor en tinieblas sollozando escondido,
como un triste y oculto coquí despavorido!
¡Y el mar, perenne mar, que me exalta y me abate,
que es como el corazón, en un late que late
perdido en el vacío, y oído, tan oído,
que ya no sé qué lleva ni sé lo que ha traído…!
…(Y el hombre de la esquina, ojitorvo y moreno…
¡Ah qué sienes viriles exaltará mi seno,
que no torne cenizas la llamarada esquiva
que enciendiera mi cuerpo su mirada lasciva…!


 Frivolidad

Y así dije al amado&quotMarcharemos unidos.
Será tu nombre el eco de todos los sonidos.
Me trazará el camino la huella de tus pasos.
Me abrirá el horizonte la curva de tus brazos.
Le gritaré a la vida: ¡rompe, destroza, daña!
Yo tengo mi refugio: ¡su pecho es la montaña!
Le gritaré a la vida: ¡hunde, flota al azar!
Yo tengo mi oleaje: ¡sus ojos son el mar!
Y lo seguí al afán y a la ilusión del puerto.
Y lo seguí al vacío y al tedio del desierto.
Lo seguí sola y siempre, horas malas y buenas,
en la luz, en las sombras, en flores, en cadenas…
Y lo creí tan fuerte que le fui mansa y suave…
¡Él, el roble potente y yo, la pobre ave!
Y lo creí tan bravo que le fui fiel, sencilla…
¡Él, el mar tumultuoso y yo la quieta orilla!
¡Ay, uní lo infundible, y estreché lo disperso,
y quise hacer del cieno un lago limpio y terso…!
Mis ojos hechos llanto, mis labios hechos trizas…
¡Y su voz implacable pidiendo más sonrisas!
Mi cuerpo en el cilicio sangrando su querella…
Y su voz implacable diciendo: ¡sé más bella!
Mi alma en el infierno aullando su condena…
y su voz implacable diciendo: ¡sé más buena!
¡Carne fácil y blanda a todos los arrimos!
¡Carne blanda y traidora con uñas en los mimos!
Para todas los mismos rápidos arrebatos
Lúbrico cual los perros…falso como los gatos…
Y ahora digo al amante: óyeme, pasajero,
no me preguntes nunca hasta cuándo te quiero.
Si una noche de luna o una copa de vino
nos reúne en la misma revuelta del camino…
No me digas de sueños ni de sombras macabras
háblame solamente palabras, y palabras…
Júrame por la arena que acoge todo paso,
y lo graba o lo borra al azar, al acaso…
Júrame por la espuma que chispea y que brilla,
y que dura un instante de una orilla o otra orilla…
¡Ah, gato sin escrúpulos que a otras faldas se enreda
cuando ya todo es dado, cuando ya nada queda!
No me brindes los mimos de tus uñas, que ahora
sólo quiere collares de esta gata de Angora…!
Tú frívolo, yo frívola…Soy tu igual, camarada.
¡No has de quitarme todo para dejarme nada!

  

Lullaby Mayor

Duerme mi niño grande, duerme, mi niño fuerte:
que el juego del amor rinde como la muerte.
Alas le dé a tu sueño el éter de quimeras
que ha dejado en tu rostro tan dolientes ojeras.
Clama le dé a tu sueño el mar de los sentidos
que ha dejado tus brazos tan largos y tendidos.
Duerme, mi niño grande; duerme, mi niño fuerte:
que el juego del amor rinde como la muerte…
(¡Allá afuera es la luna y el marullo del mar
en la fragua del trópico brillando por quemar!
¡Allá afuera es la esencia-veneno del jardín,
y los pérfidos astros
avivando, encendiendo azabache, alabastros
en carne negra y blanca: la caldera sin fin
del trópico
trasmutando los cuerpos al corto cielo erótico!)
Duerme mi niño grande; duerme, mi niño fuerte:
que el juego del amor rinde como la muerte.
(¡Allá afuera es el negro camino de miasmas
y mi sombra acechando tu sombra entre fantasmas!
¡Duerme callado y ágil, vigílame la puerta!
¡Que se va si despierta!)
Me quedaré a tu lado quieta, casta e inerme,
mientras tu alma sueña, mientras tu cuerpo duerme.
Quizá ningún empeño
de mi cuerpo y alma
te dé lo que ese sueño…
Quizá la vida fuerte
es nada ante la calma
que te dará la muerte…
(¡Marullo del mar, cállate; sepúltate coquí!
¡Qué así, dormido o muerto, quién lo aleja de mí!)
Duerme mi niño fuerte; duerme mi niño grande:
el sueño de la vida con la muerte se expande…
(¡Porqué no amará a otra, que ni a mí misma amará!
¡Qué la tierra por siempre sus brazos se desquiciará!
¡Ay si no despertara!)




Mari Gloria Palma
Nació en Canóvanas en el año 1921.

Algunos Poemas:

Entre la savia viva

Corazón abrigado.
Manzana y trino nuevo.
Trino nuevo y manzana.

Perdida entre mi sangre me persigo;
abatida en mi sangre me revelo.

De pie y nacida sobre mis canciones,
abriéndome en gigante rosa nueva
entre la savia viva.

La incesante pregunta incontestada
repica el son nativo…
¿Dónde cuelga la nada su sombrero?
… Su sombra es de vidrio.

Versos de cada día

Quisiera desgranar sobre tus ojos
el ramaje salvaje de unos versos,
¡oh tú que te marchaste entre el polvo del polvo,
por las inmensidades de una gran muerte anónima!

Tarde desvencijada, gris como los ratones.
Lejanísimo fuego de un sol desventurado;
viejo lucero negro.
Tarde de tu holocausto , sol chamuscado,
fue la siniestra tarde en que cayeron
sobre la arena tonta
las mejores estrellas de tu sangre.

Lejano y tumultuoso y tremolante
grito de tu desierto.
Hoy te recuerdo amigo, en mi rincón del trópico;
hoy que reviso cosas inmediatas,
que ando alrededor mío como mi propio perro,
en esta hora caliente sin caricia ni llanto.

Del café, de su humo, se emancipa tu nombre
en esta enorme América joven y caderuda
con su alma de oro y su cuerpo de cobre.
Te diría tantas cosas, pero estás muerto, amigo...

Como ofrenda a tu nombre va este blando poema
hecho con las corolas de mi brisa boricua...
Para ti las espuelas de hermosísimos gallos,
su plumaje de fuego , su desprecio a la vida.

Para ti hermoso amigo de los gestos magnánimos
todo este río encendido de sol despellejado;
su violencia de oro, esa antorcha maestra
y ese gran mar azul disolviendo sus pétalos
para hacer otro lirio, otro lirio ambicioso
para ti, más perfecto, esta tarde de enero.


Análisis:

A partir de los años 30 surge el “Paternalismo” que como tal es distanciarse de las interpretaciones consagradas por la crítica literaria. Las relaciones jerárquicas repercuten en la política, construcción de los textos literarios y en la constitución de las tradiciones y cánones literarios nacionales. Trasladada a la literatura se manifiesta la voz narrativa, la caracterización, el lenguaje figurado; también podemos observar una distribución jerárquica en la configuración de la historia literaria de un país.

En la literatura puertorriqueña según la teoría de las generaciones, constituyen una transposición del discurso paternalista al ámbito literario. Esto gira alrededor de la figura de un dirigente o padre. Las generaciones funcionan como un aparato jerárquico; subordinan la multiplicidad a la unidad.

En esta reflexión se destaca que uno de los alicientes importantes de la mujer son: el poderoso orden moral de las ideas, la cultura que no es otra cosa que el perfeccionismo de su inteligencia y su corazón. Orgullosos los pueblos donde la mujer influye dignamente en la moral, en las costumbres y en el carácter de los hombres que deben de dirigirlos en el movimiento de las modernas ideas.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario